Cucina Paradiso

Fuimos por una oferta de un banco. Entrada o postre, plato copa de vino y agua y no la conocían.Lo habrán llamado a Donato supongo para preguntarle pero todo bien. Dijimos cosa de tanos no de aprovechados. Aun así nada regalado $ 350 por persona y con el banco 20% de descuento. Pedimos un antipasto del terrone que era para compartir y otro que no me acuerdo como entrada y de plato principal penne rigate, orecchietti y risotto, todo excelente. Para tomar una botella de Escorihuela que el mozo uso en 3 copas y un agua para cada uno. .Al final dos postres que estaban fuera de la propuesta y pagamos aparte .La atención excelente y los platos exquisitos. El pan es hecho ahi y tambien excelente y abundante. Uno de entrada para comer con aceite y con los platos unos pancitos y grisines. Es caro, no voy a andar diciendo que la relación precio y calidad no se que por que es confundir a la gente. Un penne rigate $ 180. Los platos no son para compartir pero son abundantes. No me trajeron carta de vinos y tampoco la pedí, así que no conozco los precios. Realmente comimos bien y la pasamos mejor. Valió la pena

Todo muy muy rico. Si bien son pastas y no concibo que un plato de pastas pueda salir más de 150 pesos estos soy muy muy buenos. Dos platos de pastas y un postre 540 pesos. Siempre hay mucha gente nosotros tuvimos que esperar. Es medio ruidoso y es tipo cantina italiana no esperen nada de lujos. Es recomendable para gente descontracturada.

Hoy fui a merendar con mi novia. Tuvimos que elegir tres veces qué pedir ya que no tenían ninguna de las dos primeras opciones que vimos en la carta.
Escuchamos palabras inapropidas para el ámbito laboral entre los empleados, entre ellas ‘boludo’ y ‘what the fuck’. Si bien la mayoría las usamos cotidianamente, hay que ver dónde y con quién se dicen porque sino queda feo.

La verdad, un poco caro para lo que ofrece. Las pastas estaban bien, no eran una locura. Los ravioles ricos, los fideos nada del otro mundo. Los postres fueron la grata sorpresa: el cannoli muy sabroso, el tiramisu super rico y suave.
Para los cholulos, Donato anda dando vueltas por el restaurant, saludando y charlando con los comensales (y no tiene problema en sacarse fotos con todo el mundo).
Consejo extra: si vas a ir, que sea temprano. Llegamos a las 21 y agarramos una de las ultimas mesas. Y si son muchos, se complica.

Fui con mi familia para un cumpleaños (por supuesto que no pagué yo). Tuvimos como una hora de espera, en la que por suerte nos convidaron algunas entraditas muy ricas y unas copitas de vino.
El lugar es chico y bastante lento. La comida me pareció muy rica. De entrada pedimos unas parmigianas di melanzane (berenjenas con queso y tomate). De plato principal yo comi «il retorno della girandola paradiso», que me. pareció por lejos el más rico de todos los platos que se pidieron en la mesa. Es una pasta rarisima, hecha al horno y rellena con mucho queso y remolacha. El clásico tiramisu estaba muy bueno también. Hay muchos postres y masitas italianas y tienta probarlas todas.
Lo negativo? El lugar es súper caro. Me parece que vale más la pena para tomar un café con algo rico que para comer, porque te arrancan la cabeza.

Fuimos dos parejas el miercoles 13/​1, de por si el menu es acotado porque en teoria se utilizan pocos productos pero de estación. Pedimos arancini, no había mas. Pedimos piramide de queso de cabra, no había más. Pedi los fetuccini y se habian quedado sin hongos! A esta altura parecia una cargada. Terminé comiendo algo que no quería (agnolottis de cordero) y entregaron frío. El risotto y los cappellacci muy ricos.
Me sorprendió negativamente. Volveremos x revancha

La cocina del chef Donato. La verdad? Fui sin saber que ese era su restaurant y porque a la vista el lugar era llamativo y me decepciono bastante.
Cuando me enteré que era de Donato me imaginé que la comida iba a ser tremenda pero para ser un lugar italiano de un chef reconocido y encima italiano, deja mucho que desear. Fui con la intención de comer fusiles al fierrito con salsa de frutos de mar, un plato que si esta bien hecho es exquisito. Encontré ese mismo plato en la carta pero con spaguetti y dado que yo quería los otros fideos pregunte si se podían cambiar por los fusiles. Me dijeron que no tenían esos fideos por lo que decidí no pagar $ 249 pesos por unos fideos que se puede hervir uno en casa. Pedí unos fetuccinni con salsa de portobellos, tomate y aroma a trufas. El aroma todavía me lo deben. Estaban ricos pero no era nada del otro mundo. De postre? Una sfogliatella, rica pero no dejaba de ser algo parecido a una factura.
En cuanto a la atención no tengo nada que decir, muy atentos, rápidos y muy alegres. Lo mismo va para la decoración y el ambiente, de hecho pusieron música (aunque un poco fuerte), no exactamente italiana, pero música al fin.
Los precios ni hablar. Carísimo. Realmente era un despropósito. Te cobraban el nombre de Donato.
No volvería a este lugar más que para tomar un café. Les recomiendo que no desperdicien su dinero, pero si quieren comprobarlo or ustedes mismos son bienvenidos a hacerlo.
Saludos.

Los recepcionistas me resultan conocidos. Cuando llegamos nos dijeron que teníamos ½ hora de espera pero como ya había estacionamiento puesto decidimos esperar. Al final en 10 minutos se despcuparon 3 mesas.
Hay una mesa comunitaria donde varias personas que no se conocen pueden sentarse (tipico tano) y una barra para esperar mientras tomas algo.
Por suerte no esperamos mucho. Nos atendió una moza renegada de la vida con cero onda. No había agua sin gas asique nos conformamos con una con gas y un trago excelente, pero con mucho alcohol que tenía spritZ y naranja. Y MUUUUCHO HIELO.
Pedimos de entrada jamón crudo nacional que era tan suave que me enamorè con pancito calentito rico.
De cena una pasta en forma triangular rellena de ricota y salsa EXCELENTE!
De postre una especie de torta de ricota con frutos rojos HORRIBLE, lo único feo fue esto porque tenía poca salsa que es lo que le daba su toque.
El lugar, además, asemejaba a una cantina italiana bochornosa.
Venden cosas imported from ITALY, como la conocida pasta di ceco, alcohol, aceite de oliva, etc etc etc entre otras delicias hechas por el gran chef de la casa don donatto

Ayer luego de un recital en el Luna Park, el cual termino como a las 23:15, decidimos ir a comer. Antes de llegar al restaurante italiano del famosisimo chef, pasamos por kansas. Allí había una hora y media de cola, cosa que nuestros estómagos no iban a poder soportar.
Por eso terminamos decidiendo ir a Cucina Paraíso. Al llegar justo tuvimos la suerte que en la puerta había lugar para el coche, sin embargo si no soles ser de los afortunados, al lado hay un estacionamiento.
El resto de afuera no dice mucho, tiene un par de mesitas con un toldo y una «pared de vidrio» que se ve a la gente comiendo en el interior.
Entramos y se nos acerco la mesera que parecía ser cubana, bastante agradable. Le dijimos que eramos 5 y ella nos guió a una mesa redonda de mármol (al menos eso parecía) al lado de la entrada. La chica nos trajo las cartas las cuales están escritas en «espaitaliano» y la mayoría de los platos involucran pastas como típico lugar tano. No tenia menú infantil y te cobraban $ 5 por persona de cubierto, lo cual no es caro comparando con otros lugares. Los platos variaban desde $ 150 a casi $ 300. Había otras opciones ademas de pastas, tales como: salmón, arroz, ensalada, picadas, etc.
Yo me pedí unos orecchiette con una salsa que tenia brocoli, panceta, tomates cherry y creo que nada mas. Muy rico, quizás para mi gusto los fideos un tanto aldentes pero estaban comestibles.
Los platos no son como para compartir. Por ser un lugar italiano yo me imagine que los platos iban a ser hipermega abundantes, pero no. Igual tampoco me quede con hambre.
La decoración del restaurante te dejaba todo el tiempo observando un objeto nuevo. Tenia una cava enorme de vinos y un montón tipo de muebles con corchos adentro. Las mesas eran la mayoría de diferentes estilos. Las lamparas eran coladores dados vuelta con distintos colores y diseños. En el techo cuando vayan percátense que hay un Nutella enorme colgado y tres o cuatro mantecas de la Serenísima pegadas, si, dije mantecas. Hay un espacio en donde supongo que el chef amasa las pastas, ya que suelen ser frescas y de la casa claramente. En la caja, hay muchas cosas que vienen de Italia para llevarte a tu casa (mermeladas, pestos, fideos, café Illy, fiambres, panes, harinas…).
El lugar cuenta con tarjeta y Wifi.
Sin dudas volvería a ir.
Rescato: la rapidez con la que nos sirvieron la comida. En 15 minutos reloj luego de que ordenáramos ya estábamos comiendo.

Fui de nuevo, pero esta vez a almorzar y creo que si alguna vez me cruzo con Donato le daría un gran abrazo pues la comida de Cucina Paradiso es excelsa, no se que otro adjetivo usar, la verdad. Me apenó un poquititito que no esté aún el menú de la temporada de primavera verano (todavía está el de invierno), pero el resto impecable como siempre. Al ir de día se ve un ambiente mucho más familiar y tranquilo, es distinto pero no por eso menos atractivo.
En esta ocasión pedimos una ensalada con calabaza y tomate asados, queso, rucula, remolacha y semillas (que estaba genial) y un risotto con, obviamente, mucho queso y espinaca que tuvo también un puntaje muy alto. Y mención especial para la canastita de pan: QUÉ LE PONES AL PAN DONATO? Pancitos de salvado, pan de pizza, pan blanco, MUY esponjoso y delicioso. De postre, obviamente, pedimos tiramisú. Y me quedé maquinando para ir un día a lo que seríà la hora del té pues vi diferentes tortas y dulces que me gustaría probar pronto.
Nuevamente, me pongo de pie y aplaudo a este maravilloso lugar.

Hacia rato que no me sentaba en un lugar, y amaba sus pastas.
Esta cantina moderna italiana, con sus estantes llenas de productos importados de altas gama que comercializa y una decoración diferente, no deja de sorprenderme por su calidad de pastas caseras que son un deleite.
El precio un tanto caro, pero vale la pena, si sos amante de las mismas, aunque también hay otros platos.
El servicio súper cordial, aunque hay que ir con tiempo ya que no toman reservas y suele estar lleno de gente.
El Tiramisu un punto aparte, súper cremoso, y liviano a la vez es un canto a la alegría.
Los invito a que me cuenten su experiencia!

Lugar lleno de propaganda, me senti en un set de television. Es una especie de almacen, ya que te venden desde pastas hasta pingüinos para vinos.
Llegamos a las 2030, un miercoles y no habia lugar, a pesar de que por telefono te dicen que no podes reservar habia mesas reservadas. Nos sentaron en la mesa comunal, cosa que no me agrada mucho pero bueno, esta a la moda, hay que aggiornarse algunas veces.
La comida es bien tana, con mucha salsa y mucho oliva. Nos pedimos de entrada una berenjena frita, de principales ravioles rellenos de cordero braseado y un risotto con parmesano, queso brie y espinaca. La verdad es que no fue lo que esperaba, quizas fui con una espectativa muy alta, teniendo en cuenta que era el resto del Gran Donato, pero la calidad de los platos no condice con el precio. La carta de vinos es muy pobre y cara en demasía.
Lo unico que puede llegar a alabar es el postre, tarta invertida de manzana con una bocha de helado, muy rica.
Es un lugar que promete mucha calidad pero no cumple. Es un resto mas entre mucho, pero te cobran como pocos.

El lugar es muy íntimo, con chicos que amasan las pastas enfrente de uno y también cuenta con una selección de productos importados para comprar que lo transportan a uno a un almacén italiano.
De entrada, la caponata y la burrata no fallan, aunque también tienen otras opciones que son muy tentadoras. Las pastas son increíbles, y por lo general tienen combinaciones que salen de lo común que valen la pena probar. Sin embargo, los postres no los veo acordes a la altura de los principales, no valen la pena.
Un restaurant lindísimo para seguir yendo, pero ojo, los precios son bastante elevados. Para que se den una idea el clásico vigilante (queso y dulce) estaba alrededor de $ 80, una locura!

Un viaje a Italia. Eso es Cucina Paradiso. Quilombo, tomate, tuco, ajo, aceite de oliva y pasta para el recuerdo.
Tuvimos la excelente idea de ir al restaurant de Donato, y también tuvimos la pésima idea de ir un viernes, poco originales. Llamamos una hora antes para reservar, y cuando llegamos, esperamos 20 minutos por nuestra mesa. Esperamos ahí, al lado de una pareja que estaba cenando, una familia festejando un cumpleaños y un grupo de amigos chupando como si mañana dejara de existir el malbec. Todo eso convive en el mismo lugar, los decibeles hasta la manija.
Nos sentamos, nos trajeron la carta de la SEMANA «Sugerencias Cucina Paradiso Belgrano del 15 al 21 de Julio».
Qué significa esto señores? que se toman el trabajo de pensar la carta de acuerdo a la estación, de acuerdo a lo que hay, por lo tanto tu plato es fresco, hecho con materia prima, valga la redundancia, de primera. Amor, pasión, locura de su lado, solo aplausos del nuestro.
Nada más lindo que pedir en un restaurante «el risotto» y que no haga falta decir más. EL SEÑOR Risotto alla parmigiana con cordero braseado en larga cocción, fue amor a primer bocado que duró hasta el último.
Cremoso, sabroso, excelentemente bien condimentado, y el cordero… sin palabras. De otro planeta.
Pedimos también los stelliene di gamberi al nero di seppia, una pasta rellena, amasada con tinta de sepia, de langostinos con crema de azafrán y amapola. Un éxito divino.
Nuestra segunda excelente idea fue pedir el Tiramisú de postre. Una nube de mascarpone. La felicidad hecha postre, junto con un café Illy.
Imperdible.

Fui un martes a la noche estaba repleto, pero por suerte entramos rápido. Mis amigas tenían ganas de comer comida italiana muy rica y otra amiga nos aconsejó Cucina Paradiso. Empezamos con un vino y el antipasto con burrata, escabeche de berenjena y jamón crudo. Me encantó. Después pedimos pastas para el plato principal. La lasaña blanca era increíble y los espagueti con salmón rosado también. Yo pedí los gnocchi que me decepcionaron un poco porque era de la variedad plana y redonda. Ricas, pero quería gnocchi. El pasta relleno de ricota y espinaca era simple pero muy bien hecho. En general, muy, muy rica la comida. Se nota la calidad y frescura de los productos. Mis únicas quejas son que hay que hablar a los gritos, el menú es medio corto y que vas a pagar mucho para comer pastas. Vuelvo igual!

Esta es la segunda y unica sucursal del restaurante de Donato De Santis, esta vez en un local mas moderno en un edificio nuevo en Bajo Belgrano, y por mas que sea mas grande que el original, mantiene ese ambiente acogedora italiana.
Tiene una mesa bien grande, comunal en el medio, ideal para grupos o para ir solo. El menu es el mismo que en el otro restaurant con sandwiches, ensaladas y pastas, proba burrata con jamon serrano, es espectacular.
Este local a diferencia del otro, abre de noche tambien.