Chimu Nikkei

Es un restaurante donde no encuentras un mal plato. Recomiendo el ceviche y el ají de gallina, el sushi «aperuchado» es una excelente opción. A medio día hay un menú variado y a un muy buen precio.
El lugar es lindo y los meseros son muy amables, si no sabes que comer ellos te dan una buena recomendación. Además el pisco está muy bien.
El domicilio es rápido.

Buscando un lugar con promoción de club la nación, muy cerca de mi casa apareció Chimu.
Cercanía, oferta y excelente pinta fue mas que suficiente para ganar la elección y sinceramente fue una de las mejores elecciones del 2014.
Un mix de cocina japonesa-​peruana que nos cautivo con la calidad de los productos que utilizan. Todo muy fresco, bien presentado y una combinación de sabores que realmente nos encanto.
El sushi estuvo riquísimo y planeamos volver tan seguido como podamos. Esta muy bien ambientado pero para quienes tengan fiaca de ir hasta allí, tienen delivery.
La atención buenísima, muy amables y a pesar de ir decididos por sushi el chico que nos atendió nos contó otras opciones del menú que tendremos en cuenta para la próxima.
El precio bárbaro y con la cantidad de promo que tiene, siempre enganchas alguna.

Nació como el deseo de dos amigos de presentar lo mejor de la cocina fusión peruana-​japonesa. Esto me lo contó de primera mano, el mozo que me atendió todas las veces que fui, que es a la vez uno de esos dos amigos.
Chimu está atendido por sus dueños, por eso tanto empeño en explicar qué contiene cada plato y como es cada ingrediente antes de la cocción (me trajeron una planta de la cocina para que pudiera diferenciar el verde de la hoja).
Los toques de fusión entre lo japonés y lo peruano sorprenden el paladar y deleitan, pero a pedido del propio público la carta del menú está en proceso de variación. Se ve que la fusión está pasando de moda, porque los comensales han pedido más platos típicos de la comida peruana, sin fusionar con nada. Los dueños de Chimu no son necios y se mostraron abiertos a los cambios, para satisfacer a este público.
Tuve la suerte de que me invitaran a una degustación de todos sus platos y pude comprobar que no hay recoveco de la carta que no valga la pena. Las causas, el sushi, cada porción de carne, pollo o pescado trabajada con delicadeza.
La apuesta es que las bebidas estén a la altura de la carta y hacen excelentes tragos con pisco. Hay que dejar que recomienden y aceptar el desafío, probé uno magnífico con maracuyá.
No está dentro de un circuito de restaurantes alrededor, a pesar de ser una zona muy coqueta. Por eso no suele estar muy lleno, la gente que va es porque lo conoce y se lo recomendaron, no porque justo pasa por la puerta.