Bartola Corner

Le sigo dando oportunidades pero definitivamente no.
Para desayunos o brunch va bien.
Almuerzo no … Las tartas safan, pero las hamburguesas definitivamente no. La cebolla caramelizada es demasiiaaaaaado dulce, demasiado eh, el queso cheddar es una cosa rarísima. El pan tiene sus días … Y las papas, si son feas son unos hdp … Están bien.
La limonada es rica.
En resumen, me quedo con Oui Oui toda la vida.

Flooooojo. Qué pena ver qué lugares tan lindos y bien ubicados se conformen solo con presentar un frente bonito. Es la segunda vez que voy, y la impresión es la misma: todo lo que no sea estético, no está a la altura de las expectativas. La atención (al menos las veces que fui) estuvo floja y como desganada. La comida me pareció standard, nada destacable sándwiches Palermo-​Generic, papas y batatas nadando en aceite, salmón que estaba más para el Smithsoniano que para un Sandwich, etc.
El lugar es precioso y eso le suma una estrellita, pero para algo más que una selfie, sugiero alguna de las opciones periféricas algo más jugadas en propuesta.

Lindo lugar, para brunch creo que esta buenisimo. Pedimos el brunch bartola y el manhattan, y me dieron ganas de volver a probar el resto! Me gusta la pequeña terraza que tiene para merendar.
El ambiente es agradable y esta buena la decoración, pero se que podría estar mejor

Malisima la comida, fría, insípida. Nos atendieron mal, los baños peores que baños químicos de obra. Carísimo. No vuelvo nunca más, no vayan!!!

En realidad estábamos probándonos vestidos de fiesta y dijimos tomemos limonada y justo se veíà la terraza, las flores y las lucecitas (que son 3 de las 10 cosas más lindas del mundo) y entramos.
Ni bien abrió el primer bartola hace ya unos pares de años fui a almorzar una vez y no tenía ningún recuerdo especialmente bueno, pero esas esquinas de son preciosas y la terraza desde abajo parece mágica. Spoiler alert no es mágica ni muy linda.
En fin, subimos a la terraza que aunque tiene luces muy bellas y algunas plantas esta bastante desprolija y desordenada.
La limonada se transformó en limonada y tostaditos porque los tostaditos también entran en las 10 mejores cosas.
Estuvo todo ok. Lo bueno: te traen el tostado con dos papas es medio raro que sean dos y que vengan con el tostado pero son muy muy ricas. El tostado tenía buen pan y buen queso. Lo malo: la fetal de jamón era mínima. Muy mínima.
Algunos de los chicos pidieron licuados. Te cobran 63 pesos (nov 2015) por un vasito de plástico. Medio que no da.
Compartir una jarra de limonada y un tostado c/​u entre dos son 100 pesos. No tiene mucho sentido la comparación.
La atención fue buena y fue muy grato descubrir, luego de haber levantado apuestas al respecto, que aceptan débito.

Bueno el lugar essssstá bien, no es la gran cosa.
Creo que lo mejor que tiene es la ubicación y la decoración que lo hace tipicamente un barcito palermitano.
La comida bueno no se nada diferente, nada que me mate, lo que sí la limonada la rompe.
En diagonal abrieron otro, porque a pesar que no es la gran cosa tiene éxito y este cierra mas tarde.
Es mas la fama, que lo que es

Me parece que la comida esta bien nada del otro mundo, tienen bastante variedad y es rica. La atención de los mozos siempre es buena, copado y atentos por lo general los fines de semana esta apestado de gente pero se desocupan rápido las mesas. Lo mas rico son los sándwiches vienen cargados y papas con cascara en gajos, las ensaladas también vienen en buenas porciones y por lo general quedas satisfecho.
La verdad que es un lugar muy bien decorado con onda, sillas de colores, con buena comida y un buen ambiente, lo recomiendo totalmente y sobre todo sentarse en la calle con el solcito que te pega en la cara!

Está bueno pero no es nada del otro mundo. Voy seguido porque generalmente encontrás mesa sin problema en horario after office, hacen tragos ricos y tienen mesitas afuera.
Tiene además una galería indoors pero con ventanas grandes que es lindísima para merendar sin estar en la vereda. Siempre me atendieron super bien además.
Pero no tiene nada que resalte como para que me encante. Está bien.
Los precios son un poquito exagerados, pero no es raro teniendo en cuenta la zona.

Muy lindo bar, descontracturado y súper alegre en una esquina de las más transitadas en Palermo. Ya al llegar y encontrar las bicis, las mesitas y los colores vas entendiendo de que va la cosa. Nosotros fuimos a merendar, y conseguimos la ultima mesa vacía. Pedimos una merienda con omelette, otra con una tostada y una porción de chocolate. Todo muy bien servido, las opciones saladas traen guarnición de papas, cosa q parece rarísima e innecesaria pero terminas comiéndolas con ganas. La tostada fue lo mas flojo de todo, pero el resto es genial. Hermosa tetera y la vajilla en general, que sigue la onda del lugar. La porción del budín también muy abundante y para compartir. Les súper recomiendo el de chocolate y avellanas

No habiendo lugar en ningún otro lado, me senté en la esquinita de la Bartola. El mozo es un genio, te atiende rápido y bien, te ve fumando, te trae cenicero, le pedís la cuenta, en dos segundos la tenés, sacó primero la bebida pero completó la orden enseguida y estaba atendiendo solo toda la esquina.
Los cafés están muy bien, lo mismo las limonadas saborizadas.
Las opciones de brunch son desganadas: medio pobres, medio mal hechas, medio «llenemos el plato con pan», medio frías. El precio es accesible (veo que hay comentarios diciendo que es caro, he visto delirios de pedir por un brunch 5 gambas para una persona, acá con $ ¹⁰⁰⁄₁₂₀ estás hecho), pero realmente teniendo dos esquinas remil bien ubicadas, La Bártola tendría que ser EL LUGAR y no lo es.

Nada del otro mundo. Bartola es el típico «lugar lindo de Palermo» que sale bonito en las fotos. Los licuados no estaban buenos. Sí lo estaba el jugo de naranja, zanahoria y miel. Los cuadrados dulces… meh (y eso que salen $ 30 cada uno). Nada para destacar.

This eccentric restaurant lies at the heart of Palermo Soho and represents its neighborhood very aptly. Indoor picnic tables, incongruent artwork, an amusingly eclectic collection of English-​language signs on the walls, and a very loudly-​clashing colorful décor give this corner unforgettable character. If you come to Bartola Corner during an extended stay in Buenos Aires, it’s almost certain to be the one restaurant you’ll remember out of hundreds when you go home.
Come for the environment rather than for the food, which is somewhat hit-​and-​miss, or the coffee, which meet Argentina’s low standards. This is one of my favorite places in Palermo to hang out or get some work done. The food is just a bonus.

Bartola es un lugar «bien». Bien caro y sobrevalorado.
A ver: el café está bien, pero probé mejores y mucho mejores. Viene en tazones gigantes, pero hoy en dia todas las buenas cafeterías ofrecen grandes tazones de café (sin ir más lejos, Muu, que está ahí nomás, ofrece un supertazón mucho más rico, mismo Trixie). La pastelería es rica, probé una torta helada de chocolate con frutillas y si bien estaba muy buena, probé parecidas y mejores en Pérsicco. El tostado estaba hecho con pan-​pan, el queso regular, jamón regular, se destaca que traen papas «reales» condimentadas (que no comimos porque fuimos a merendar, si ves que dos personas van a merendar, ¿por qué no te ahorrás el gasto en papas y las guardás para quien pida cena o acompañe con una Coca?).
Ambientación: «bartola» significa despreocupado, sin cuidado, y esa es la impresión que deja el lugar: mezcla de carteles londinenses, mesitas de campo (medio/​bastante incómodas pero pintorescas), banderines de cumpleaños, luces de navidad. De alguna manera todo termina encajando de una manera muy bella y caracterizando al lugar. Pasa que si a un lugar de comidas lo recordás más por su decoración que por su comida, mmm…
Es un lugar lindo para pasar un rato lindo en un lugar lindo con cosas lindas, pero habiendo alrededor tantas opciones tan superiores, y, pensaría dos veces antes de volver.

MEH.
Después de años de vivir por la zona me decidí en entrar a este lugar que tanta fama tiene.
Los precios me parecieron un poco excesivos y lo que ofrecen no le hacen tanta justicia, tranquilamente podemos encontrar propuestas similares de mayor calidad y menor valor por la zona… ¿$ 32 una LATITA de gaseosa? ¿$ 115 una ENSALADA de escasas hojas de rúcula, 4 tomatitos cherrys partidos por la mitad, 2 huevos duros y 3 fetas de salmón? ¿En serio?. Podría seguir, pero prefiero resumir todo en un: NO VOLVERÍA.
Quizás sólo por un café en tazón y ya.

Bartola tiene una onda muy divertida y atractiva, desde sus mesas de colores hasta sus cuadros con fotografías de todos los estilos posibles. Si te gusta estar bajo el sol podes comer en una de sus mesas de afuera o en la terraza, para los que tratan de evitar comer bajo los rayos del sol pueden comer adentro en algunas de sus mesas. Los chicos que atienden el local son muy amables. El menú tiene varios tipos de pizzas, sandwiches y cosas dulces. Yo me pedí un panqueque con frutillas, bananas, dulce de leche y una bocha de helado de crema americana. Estaba riquísimo. Una gran opción para dar calorías al cuerpo. El café también era rico. Es un buen lugar para ir con amigos, en un ambiente relajado y con una decoración excéntrica. Volvería a ir.

Sans plus. L’endroit est très mignonne, la façade très belle, mais vous n’aurez rien d’extraordinaire dans votre assiette. Nous avons pris 2 desserts vers 16h30 pour une petite pause sucrée, il y avait peu de choix et pour le prix, c’était un petit peu exagéré. Par ailleurs, nous nous sommes faites un petit peu arnaquées sur le pourboire à donner. J’ai regretté d’avoir mangé ma crêpe en partant.

Pasé a comer algo tranquilo y mi experiencia no estuvo muy buena.
Pedimos:
Café: vino quemado.
Sandwich de pollo: la palta estaba agria.
Limonada de frutos rojos: super ácida.
La atención fue buena y el lugar es hermoso, está muy bien ubicado. Esa intersección se caracteriza por tener muy lindos lugares alrededor.
Quizás tuve una mala racha ese día, puede ser que regrese a darle otra chance, pero las 2 estrellas son por esa mala experiencia.

Muy buen lugar para ir un finde para el brunch.
La esquina está en un punto justo, sin estar llena de gente como a unas pocas cuadras por la feria. Aunque tiene lugar adentro, es para quedarse en las mesas de la calle, que son geniales cuando el clima acompaña.
Hay muchas opciones de brunch que incluyen el café y el jugo. Se destaca el omelette, y tambien las tostadas con huevo frito, jamon y queso. Suenan a una bomba, pero la verdad que vienen muy bien, llenan pero no asesinan.
Los precios son correctos y la atención también. Si vas un fin de semana a la tarde, seguro van a caer a intentar leerte las cartas de tarot (?)

lo que siento con este lugar es que si lo primero que tenemos para decir es lo lindo de su ambientación claramente a nivel gastronómico no esta en su 100%
me parece abusiva su carta en cuanto a precios, no tiene nada que no se encuentre en otro lugar de palermo, si quiero una hamburguesa no se si iría a Bartola.
pero si me parece EL lugar para un brunch o una merienda tardía. Que sea «solo efectivo» deja a la luz el interés por los turistas que tiene el lugar. La atención; como toda en palermo… regular tirando a mala. Me pregunto si no fuera porque su dueño sale en las revistas iríamos tanto a este lugar.
El trabajar a cuadras me permite poder ir un día de semana y tenerlo todo vacío para mi, y la idea de cobrar el menú ejecutivo más barato a los que van tarde me resulta copada.

Un lugar de esos que estan casi siempre llenos… y uno supone que por algo debe ser.
La ambientación es una especie de cliché del estilo «Palermo Cute», con adornitos, y sillitas rosas, pizarrones con tizas de colores promocionando platos o tragos, etc. Atractivo para ciertos publicos. Ya no tanto para mi.
El espacio no llega a ser del todo comodo adentro, con mayoria de mesas chicas, pero que cumplen su funcion. El servicio es el estandar de este tipo de lugares de Palermo Soho (o sea, tirando a regular).
Lo importante! Comida y bebida.
Pedimos una limonada de gengibre y menta. Realmente rica y muy refrescante. Una jarra alcanza perfecto para 2 personas.
Y esta vez pedi de comer una endalada… la BOMBA DE ESTRUENDO.
Presentada muy bien, es una rica ensalada con salmon, rucula, brie, tomates
Cherry palta y un aderezo de soja y miel.
Quiero aclarar que el dulce de la miel en ensaladas me encanta, pero en esta ocasion estaba algo pasado de dulce y terminaba empalagando. Sinembargo considero que era una ensalada bastante buena.
Probablemente sea un lugar al que voy a volver por la cercania a mi casa, pero no es un lugar que voy a salir a recomendar por ahi.

Me encanta Bartola, la comida siempre es de calidad y todo es rico.
Imperdible la pizza, re finita y liviana.
Tienen muchas mesas afuera, ideal para aprovechar esta época del año (cuando hace más calor, ponen sombrillas)
A la noche la cocina cierra temprano, por lo que tienen que ir a comer con horario turista o se lo pierden.
El desayuno Bartola, con frutas, yoghurt Dahi y granola casera es para pedir siempre. Super rica la cafetería.
Vayan y después me cuentan

Overrated. Esa es la palabra para definir Bartola.
Está bien, está bien decorado y la comida zafa bastante bien. Pero la fama que se hizo este lugar lo hizo creerse ser más de lo que es. Eso se traslada a los precios y la atención.
Lo mejor que tiene son los tazones gigantes de café y opciones de desayuno/​merienda. Los sandwuches son los típicos de palermo con palta, salmón ahumado y queso brie.
Lo que es innegable es su linda ambientación. Mesas y sillas de colores pastel, luces de navidad, una pequeña terraza. Si no está repleto de gente (y suele estarlo) es bastante pintoresco.
Ya le resta un punto el temita solo efectivo. Y vayan cargaditos de billetera.
No abren hasta muy tarde, pero el éxito los llevó a abrir una sucursal justo enfrente, que se mantiene hasta las 2 am y tiene más opciones para cenar.
Un estilo de Baywatch Nights de Bartola.