Pasta Rossa

Riquisimas pastas muy buena atención. La mousse de chocolate es tocar el cielo con las manos

Sinceramente es un local de pastas bien ambientado con buena comida, pero la verdad que la atención es mala. Tuve una muy mal experiencia en el local en la cual no culpo a nadie por lo sucedido pero si esperaba otra reacción de sus dueños y/​o encargados.
Mientras comíamos, una vela chorreo sobre mi telefono y el tapado de mi novia cera caliente, lo que hizo que se arruinara completamente el abrigo y ensuciara mi telefono. La moza, muy atenta nos ayudo a limpiar con diversos productos y corrió la vela pero ya era tarde. No queriamos continuar con la cena. Lo minimo que esperabamos era una disculpas por parte del dueño que se encotraba presente. Pero tuvimos que llamarlo cuando nos estabamos por retirar para ver si sabia lo que habia sucedido, a lo que respondio «si por supuesto».
No volveria en mi vida a comer a un lugar donde es atendido por gente como esa.

Sinceramente un lugar para recomendar, muy buena atencion, el lugar muy bien ambientado y ameno. La comida en el mismo nivel y en buena relacion calidad/​precio.
Seguramente volvere.

Me parece que las calificaciones del lugar estan escritas por los dueños.
Fuimos 5 personas, cuando nos traian el primer plato principal se olvidaron que habiamos pedido entrada asi que a los 40 minutos de haberme sentado me trajeron la entrada (tabla de fiambres pesima presentacion) y luego trajeron los platos que estuvieron notoriamente 30 minutos esperando en el microondas.
La comida acceptable pero no a la altura de lo que presumen.
Cuando pedi el postre pedimos 4 cafes que hacian de a uno en una dolce gusto por lo cual llegaron todos frios, procedieron amablemente a cambiarlos y en el proceso a la mecera se le rompieron las tazas. Finalmente volvieron a traer los cafes… tibios.
Se nota la falta de alguien de experiencia que maneje el lugar.
La ambientacion? ambiciosa con poco presupuesto.
Demas esta decir que no volveria y mucho menos recomendarlo.

Mi restaurant preferido! La ambientación es lindísima, una casa grande reciclada. Tiene bastante lugar para sentarse en la parte de adelante con mesas amplias. En la parte de atrás tiene una pequeña trattoria (la diferencia hasta donde yo vi es que las mesas son más chicas y no tienen mantelería) con vista a un jardín muy lindo con pileta y decorado con lucecitas. Todo muy cálido.
Las mozas atienden muy bien, saben sugerir y se interesan por saber si está todo bien.
La comida es excelente, hecha en el momento. Las pastas son hechas por ellos mismos. Suelo pedir la lasagna que es riquísima o los fussilli al fierrito pasta rossa. Todos los platos son muy abundantes. También he probado el ojo de bife y estaba muy bien.
Los postres también muy buenos! Recomendables el volcán de chocolate y la torta de manzanas.
Todo de excelente calidad. Los precios acordes a lo que ofrecen.
Aceptan tanto tarjeta de crédito como de débito.

Excelente ambientación. La comida es deliciosa. Mis preferidos son los fusiles al fierrito Pasta Rossa. Los postres también. Dejar un lugarcito para el volcán de chocolate!!! Buena carta de vinos (ya no tiene mas la vinoteca). Es de destacar la atención de las meseras.

Querés comer la mejor pasta de zona sur? Venite a Pasta Rossa. Pasta fresca hecha en el momento que te hace rememorar la pasta de la Nonna, mezclada con sabores modernos.
Cambian los platos de la noche normalmente, recomiendo los ravioles de salmón, o el conejo en cualquiera de sus especialidades.
Tenes una vinoteca muy completa dentro del restaurante.
Reservar con anticipación.

Riquísimo. Me encanta este lugar, tiene unas pastas super bien hechas y una variedad de vinos muy amplia, por tener una vinoteca de venta al público.
La atención también es muy amable, el dueño siempre está presente y preguntando si todo va bien.
Los precios son normales: no es ni barato ni caro.
¡Me gusta tanto que el año nuevo 2013 – 2014 fue el restaurant que elegí para festejar con mi familia!

Voy a Pasta Rossa desde que abrió y eramos pocos los que ocupábamos las pintorescas mesas de su trattoria.
Luego de haber pasado por una meseta en su cocina, con algún cambio de cheff seguramente, volvió a adquirir la calidad que hace que sea mi preferido del sur.
Marcos, su dueño, siempre esta dispuesto a recibirte cálidamente y dejar la sensación de pertenencia al lugar. Si vas, volves! Por calidad, calidez, ambientación y buena onda.
Los precios son más que razonables, comes por menos de $ 200.
La carta de vinos no es muy amplia pero cuenta con «El Brote Negro» una vineria que funciona en la delantera del resto, en donde podes elegir la etiqueta y pagas el descorche.
El servicio de mesa es muy bueno, con una variedad de panes de elaboración propia que te dan ganas de llevartelos para el desayuno.
Abre por la noche, y los fines de semana al mediodía. Recomiendo ir dia de semana por la noche que suelen ofrecer algún plus, como los Jueves que son «de piano».

Esta es la panasea del mundo de las pastas. 10! 10! 10! a este lugar.
¿Por dónde empezar siendo que todo es tan bueno? Simplemente se nota que el dueño ama lo que hace y todo está hecho con amor y dedicación.
La carta de pastas es amplísima, tienen todas, la que sea que pidas, con la salsa que ofrezcan, es un excelente maridaje, sin olvidar que la carta de postres es igual de buena. Cada vez que voy pruebo algo distinto y sé que no falla. El volcán de chocolate lo recomiendo ampliamente.
Tienen además un Winnery aparte del restaurant, pegado a la entrada, donde podés comprar vino más allá de que el restaurant esté cerrado. Te asisten muy bien y cada botella tienen su precio, no sólo vinos ofrecen sino también bebidas espirituosas deluxe.
La decoración es símil la casita de Sarah Key mezclada con El Bistró del Faena; todo blanco y mucha madera, entra una luz increíble.
Ideal para una cita o para ir en familia.
El dato de color, por sobre todos: la mesa debajo del sauce en el patio, para 2 ;)
Recomiendo seguir este lugar en las redes sociales porque es de los pocos que tienen su web al día, y las fotos que suben, hacen agua la boca.
Para almorzar, merendar o cenar, no falla.

Si sos de los que te enganchás viendo «El padrino» cada vez que lo pescás en el cable o de los que ven un paisaje de Sicilia y se emocionan, Pasta Rossa es el lugar indicado para que vengas a comer pastas en el conurbano sur.
Cuando entrás te recibe Luciano Pavarotti cantando «O sole mío» y en sus paredes se lucen las curvas de Sofia Loren en la época de oro del cine italiano. Se puede almorzar o cenar en su salón principal, la trattoria o el jardín. Los curiosos pueden acercarse a la cocina y ver a los chefs amasando las pastas caseras, todo en este lugar remite a un estilo de vida sibarita.
¿Y qué puedo decir de sus platos? Mi papá consigue que venga a visitarlo desde Capital a Adrogué invitándome a comer en Pasta Rossa. El triangolo italiano con langostinos y mejillones (¡tiene los colores de la bandera!), los raviolones de verdura con crema y almendras y los sorrentinos de salmón con langostinos y champignones son tan ricos que cada vez que los deleito agradezco estar viva.
Los fusillis al fierrito Don Corleone le rinden homenaje al entrañable personaje que protagonizó Marlon Brando ¿Para qué hablarles de la lasagna y los raviolones con masa de cacao rellenos con pollo y panceta? Todo es rico en este lugar. Y como si fuera poco cuenta con una vinoteca, Brote negro, donde se puede comprar bebidas espirituosas para que «la dolce far niente» siga en casa. Abandoná la dieta y se feliz, Pasta Rossa te espera.