Este lugar era el corazón de Adrogué, y lo fue históricamente por muchos años. Lamentablemente, tengo que hablar en pasado. La galería es hermosa, toda de madera y piedra, y cuando uno va recorriéndola da la sensación de encontrarse en una de esos paseos de compras de la costa(Pinamar, por ejemplo). Tiene muchos negocios, un patio de juegos muy bien cuidado, y tres entradas que dan a las tres principales calles del centro de Adrogué. Sin embargo, hoy por hoy esta galería está al 50% de su ocupación. Son muchísimos los locales vacíos, en alquiler. Además, lo que mayor tristeza da es el cierre de Trote, el restaurant histórico de esta ciudad, que se encontraba en el centro de la galería, en un deck divino rodeado de plantas que tenía tanto restaurante como cafetería, ambos separados a unos poquísimos metros de distancia. Pero este restaurant cerró este año y desde entonces el lugar quedó así, vacío, llenando de tristeza la galería y a quienes la conocimos llena de vida. Ojalá algún día vuelva a ser lo que era. Hasta entonces, no vale demasiado la pena.
Abigail A.
Place rating: 2 Buenos Aires, Argentina
En el último tiempo se ven muchos locales vacíos, sin embargo el centro de Adrogué tiene esa particularidad de hacerte sentir en casa. Muchas opciones para almorzar, cenar, tomar el té.
Ariana A.
Place rating: 4 Buenos Aires, Argentina
Sólo de más grande pude darme cuenta que había crecido en una ciudad demasiado parecida a un balneario de la costa, con rituales similares. Antes de la inauguración del Boulevard Shopping el centro de Adrogué era verdaderamente el centro de paseos de toda la zona. Andar estas galerías tenía el mismo sentido que tiene recorrer una peatonal paralela al mar durante Enero: ninguno, pero de tan mecánico y simple, relaja. El paseo de compras La Delicia trató de mantenerse, y lo logró, como un espacio(valga la redundancia) delicado. Un lugar de locales espaciados, con vidrieras elegantes, andar agradable y precios no tan democráticos. Sobrevivió el auge y apogeo del shopping cercano siendo fiel a su estilo y tradición. La adroguesidad o adroguitud, de existir, viviría aquí. Recuerdo tardes enteras en su placita con juegos pequeños y piedritas en el suelo(que siempre se metían en los zapatos), recuerdó más de un café en Trote y a mi abuela eligiendo un regalo para mi cumpleaños en una tienda de la galería más linda de la ciudad. Recuerdo a Gujis y Cabak filmando una emisión de su programa, toda la farándula que podía llegar a cruzarme en aquel momento.
Lucia D.
Place rating: 5 Buenos Aires, Argentina
Hay algo en Adrogué que me hace acordar a un lugar de vacaciones. Caminar sus calles me transporta a otro lugar, no me parece estar tan cerca de casa. El lugar que más me da esa sensación hermosa es esta galería tan arbolada que es un clásico paseo del barrio. Tiene varios locales de ropa y accesorios, no muy económicos, pero que encajan perfectamente con la estética del lugar. En el medio de la galería hay una confitería que atrae a muchos visitantes a tomar algo entre los árboles, rodeado de verde y de flores. Si no querés consumir nada, igual te recomiendo pasar por ahí a ver el lugar, porque es muy lindo realmente. Tiene banquitos de plaza para sentarse a descansar y también una pequeña plaza de juegos para chicos. Tendré que volver una y otra vez hasta entender qué es lo que tiene Adrogué que me parece tan especial.
Alejandra A.
Place rating: 5 Buenos Aires, Argentina
«En cualquier parte del mundo en que me encuentre cuando siento el olor de los eucaliptos, estoy en Adrogué», dijo Jorge Luis Borges, uno de los visitantes ilustres que tuve el hotel Las Delicias. Los presidentes Carlos Pellegrini y Domingo Faustino Sarmiento también fueron de la partida. El hotel fue demolido en 1950 y en su lugar hoy funciona un paseo comercial conocido como La Delicia. Como vecina de Adrogué me atrevo a decir que hay pocos lugares que representan con tanta poesía el espíritu de esta localidad del conurbano sur. Cuenta con tres entradas por las calles Esteban Adrogué y Mitre y por donde se lo camine abundan las plantas, el césped y los prolijos canteros con flores. Lo conforman 40 locales donde se vende principalmente ropa aunque también hay una perfumería, una juguetería y tiendas de accesorios. En el centro, la confitería y resturante Trote donde se puede tomar un café o almorzar en sus bancos de madera, bajo la sombra de las glicinas. Los más chiquitos juegan hasta el cansancio en la plaza de hamacas, tobogán y calesita y se divierten tirando piedritas a los caminantes desprevenidos. Hay estacionamiento descubierto para quiénes llegan en auto y el imborrable recuerdo de un escritor que dejó huella. «Y luego, en ese mismo hotel „Las Delicias“, un gran salón de espejos. Sin duda me miré en aquellos espejos infinitos. Muchos argumentos, muchas escenas, muchos poemas que he imaginado, nacieron en Adrogué o se sitúan en ella. Siempre que hablo de jardines, siempre que hablo de árboles, estoy en Adrogué; he pensado en esta ciudad, no es necesario que la nombre», dijo Jorge Luis Borges. Recorrer el paseo vale la pena.