Via Flaminia

La idea original era ir a comer el super mega cucurucho bañado en chocolate, pero cuando llegamos nos dijeron que lo que habia era lo que estaba en una pequeña carta de eleccion de tamaños. En ningun lado aparecia el mega cucuruchote, pedimos un cucuruco comun y corriente y fue una desilusion total. Si bien es muy rico el helado, la salida original era ir a comer un meg helado, mis expectativas eran muy altas y no se cumplieron. Igual el helado es muy rico.

Recuerdo cuando íbamos con mis viejos a festejar el día del padre/​madre ahí. Siempre mi mamá se pedía el postre Balcarce, mi papá el Don Pedro y yo el cucurucho bañado en chocolate (si, al otro día tenia un empacho divino).
Es una heladería que esta hace años y mantiene su estética, tienen mesas para sentarte afuera y la atención siempre es excelente. Es el típico lugar familiar y bien dominguero.
Los helados son excelentes, por lo general siempre me pido menta granizada ya que viene con pedazos bien grandotes de chocolate. Pero lo mejor que tienen son los baños de chocolate, es una delicia empalagosa! Si tienen ganas de algo mas tipo postre les recomiendo el Don Pedro, es una delicia.
Tienen precios accesibles por la calidad y el servicio que ofrecen, y la zona es hermosa (si pasan por ahí coman afuera y disfruten del lugar. Si es de noche, mejor)

Tomar hago lo podes hacer en todos lados, ahora… un helado con un gran baño de chocolate? Es totalmente otra cosa.
El precio es súper accesible, el bañado de chocolate lo podes agregar por $ 35 (precio Agosto 2014) y tenés lugar para sentarte afuera o adentro del local.
La atención es rapidísima, los empleados son muy atentos y el helado es riquísimo.

Probar el gran helado bañado en chocolate. $ 35 el helado más $ 35 el baño, y van a comer el cucurucho más largo. El sabor es muy rico y vale la pena probar alguna vez el helado gigante. Hay mesas para sentarse adentro o afuera.

Fui el Sábado 28/​06, noche bastante fría. Pero no importa, porque estar cerca amerita terminar la noche comiendo helado en Vía Flaminia.
Me gusta porque, además de la calidad del helado, mantiene la tradición que la hace tan particular como heladería. A mi me decís Vía Flaminia e instantáneamente pienso en el color rosa. Y es así, porque sus paredes mantienen ese color desde hace décadas. Y no creo, ni quiero, que eso cambie.
Por otro lado, los precios no son para nada descabellados, siendo una heladería de tanto prestigio y estando ubicada donde esta.
Todavía no experimente el cucurucho enorme bañando en chocolate, suelo ser torpe para comer esas cosas. Pero estoy segura que no faltara oportunidad.
Terminar una cena con postre de Vía Flaminia me parece siempre una buena elección.

Tenés que probar los pinitos me dijeron. Y me explicaron que los pinitos eran cucuruchos con helado bañado en chocolate pero laaaargo. Y bueno, fuimos. El cucurucho termina midiendo unos buenos cuarenta centímetros desde la galletita hasta la punta del chocolate. Todo un arte armar esa cosa. Muy rico, muy chancho, muy dificil de comer.
El helado de acá es bueno, no entra en mi ranking de mejores de la ciudad pero está muy bien.
El local es genial para tomar helado en un día lindo, con todo abierto, enorme, con mesas afuera, mesas en un entrepiso. Las dos veces que fui estaba lleno de gente, pero conseguimos mesa para cuatro igual.

Un excelente helado!!! Sus clasicos son los bañados en chocolte, armas el cucurucho con tus gustos preferidos y le das un baño de choco que te vuela la cabeza.
Muy bien ubicado sobre Av. del Libertador, con muchas sillas afuera, al igual que otros locales de la zona, es muy buen lugar para ir por la tarde a tomarse un heladito.
A mi particularmente me encanta el helado de melón de acá, el mejor que he comido en todo buenos aires.
Sus precios están bien y la atención cuando no esta desbordado es buena!

Via Flamina, la heladería por excelencia de Zona Norte. Sobre la Avenida Del Libertador, a pocas cuadras del límite con San Isidro, terminar con un helado en Vía Flaminia después de haber comido en The Embers es el recorrido gastronómico por excelencia en Acassusso y no hay mucha vuelta que darle.
Vía Flaminia está en esa esquina desde que los Posse están en la política sanisidrense y eso se nota, tanto en los gustos de helados como en la ambientación del lugar: si piden pistacho, los hombres se dejan la patilla y las mujeres se hacen la toca, sienten que están en Mad Men. Los colores, en la gama del blanco y rosa, del mostrador, de las mesas, de los uniformes de los heladeros, hacen de Vía Flaminia un mundo retro y pastel.
¿La recomendación? El helado bañado en chocolate. Los heladeros de Vía Flaminia logran manejar unas alturas de helado no vistas en ningún otro lugar de Buenos Aires.